jueves, 31 de julio de 2008

Que lo tiramos


Ante la avalancha de los últimos éxitos deportivos de nuestro país, y después de haber hecho una entrada expresa de fútbol, es de justicia felicitar a nuestro deporte en general, que está gozando de una excelente salud.

Lo de Rafa Nadal, es impresionante. Aunque soy de la opinión de que ese juego demasiado físico que despliega y sus maltrechas rodillas le retirarán de la élite antes de tiempo (ojalá me equivoque). De todo lo que tiene, me quedo con su extraordinaria fuerza mental. Jamás da un partido por perdido por mal que se haya puesto, y eso suple con creces otras carencias que pueda tener. Hoy día el coco en el deporte, cuenta tanto ó más como el entrenamiento y las aptitudes. Chapeau por Rafa.

Soy aficionado al ciclismo desde pequeñito (en el 88 empapelé toda mi habitación con posters de Perico Delgado), incluso tuve una bici de carretera hace años, con la que hacía de sparring a mi primo Marco que andaba bastante por entonces. Los últimos escándalos de dopaje me han hecho despegarme muchísimo, y ser bastante escéptico con aquellos ciclistas que hacen alguna exhibición fuera de tono. Me detengo aquí para mostrar mi admiración por Alberto Contador y Carlos Sastre, últimos vencedores de Giro y Tour respectivamente, porque son dos deportistas como la copa de un pino y, mientras no se demuestre lo contrario, han sido brillantes y justos vencedores allí donde se han instalado los tramposos, y con su actitud ayudarán a retirar definitivamente el cartel de “Podrido” a este precioso deporte.

Hago también una breve incursión en el mundo del motor que también me gusta bastante, y aunque tenemos varios destacados, haré una breve reseña a un personaje por el que siento especial debilidad: Se trata de Jorge Lorenzo, un niñato al que muchos odian porque habla demasiado, pero que tiene unos güevos como el caballo de espartero, y que además de las que ya nos ha dado en las categorías inferiores, nos va a dar muchas, muchas alegrías más en la categoría reina en cuanto se asiente y (como no) se calme sólo un poquito, y si no al tiempo.

Por último y no por ello menos importante, hago mención a un pedazo de atleta al que, por mi condición de corredor popular aficionado, admiro profundamente. Se trata de mi tocayo Paquillo Fernández, el mejor marchador de todos los tiempos que ha dado este país, y que acaba de proclamarse brillantemente Campeón de España, dando una auténtica exhibición, doblando a varios rivales en la pista de Tenerife y (esto es lo que me flipa) batiendo el record del mundo de 10K en marcha, dejándolo en unos estratosféricos 37´53´´.......!!!!!!! De verdad que alucino; no sé que motivación podría tener para hacer semejante marcón, teniendo a casi dos minutos al segundo clasificado y tratándose “sólo” de un campeonato de España. No quiero ni pensar lo que hará en Pekín en los 20K dentro de unos días, como tenga sólo un día normal. Jefferson Pérez debe tener ahora mismo una diarrea del quince.

A propósito de la marca de Paquillo, descubro que es la misma que pretendo yo hacer este invierno como uno de los principales objetivos (bueno, con 6 segundillos más también me conformaba je je je), sólo que yo la voy a intentar hacer corriendo a tó lo que dé y este tío la hace haciendo marcha.


Juzguen ustedes mismos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de Paquillo Fernández es una cosa increíble...

Tú podrás correr más rápido de lo que él anda... pero yo nunca podré correr tan rápido de lo que él camina...

Esto relativiza muchas cosas.

Malagueta dijo...

No podrás porque ni te lo planteas.

Te recuerdo que hace sólo un par de años, el menda no bajaba de 44´ ni en sueños, y ahora mira las metas que me estoy poniendo.

No exento de mucho esfuerzo y sacrificio por supuesto, pero estoy seguro que tú también podrías conseguirlas si realmente quisieras.

Un saludo